San Jerónimo Taniqueza. Arqueología, historia e identidad de un pueblo zapoteco del Istmo de Tehuantepec.

Los trabajos que se han estado realizando en el Istmo de Tehuantepec por la Delegación del INAH en el estado de Oaxaca, desde hace más de dos años a cargo del Arqlgo. Roberto Zárate, han dado como resultado la publicación del libro San Jerónimo Taniqueza. Arqueología, historia e identidad de un pueblo zapoteco del Istmo de Tehuantepec, el cual fue presentado el pasado mes de noviembre en Ciudad Ixtepec con una concurrida asistencia.

Este libro es producto de un trabajo arqueológico que no sólo se trata del estudio de la arqueología de la región del Istmo, sino además de una aplicación de los datos recuperados e interpretados a partir de investigaciones arqueológicas y que está relacionado con la historia de esta ciudad istmeña.

Los autores Roberto Zárate Morán y Raúl Mena Gallegos han trabajado en la región del Istmo de Tehuantepec y la presente publicación es resultado de los trabajos que han hecho de manera conjunta con las empresas de parques eólicos.

Zárate y Mena, a partir del estudio de los contextos del sitio arqueológico de Zopiloapam, constituido de representaciones gráfico rupestres ubicadas en las paredes rocosas de este lugar, por un lago, y un sitio con arquitectura monumental por el otro, además del estudio de fuentes etnohistóricas, nos explican de su relación con la ciudad moderna de Ixtepec.

Mas allá de los posibles y variados  significados de Zopiloapam, Zárate y Mena proponen una fuerte relación con actos de sacrificios que eran llevados a cabo en este sitio, y con ello nos proporcionan evidencia para establecer, de acuerdo a sus estudios una fuerte carga religiosa para dicho lugar.

Así mismo, los investigadores realizan un estudio comparativo de iconografía mesoamericana y católica, al hacer un análisis de la pintura mural que encuentran en una cueva cercana al sitio arqueológico de Zopiloapam y el significado iconográfico de los elementos católicos que se pueden observar en la iglesia de San Jerónimo de Ixtepec, de la cual estudian no sólo las representaciones, sino incluso de la tinta, la ubicación y orientación, los diseños, el estudio individual y en conjunto de este santo patrono.

Un asunto no menos importante, es que a partir de la conjunción de todos los elementos estudiados, Zárate y Mena proponen el lugar de origen del códice Borgía del que hoy en día todavía se tienen dudas, pero que ellos atribuyen a la región mixteca, o quizás más próximo, no descartando la posibilidad de que haya sido elaborado en el propio Istmo.

Finalmente, los autores, al final de su trabajo proponen una serie de medidas que consideran adecuadas para la protección del patrimonio arqueológico de la región, al hablar de la investigación y difusión, así como la colaboración con las diversas autoridades.